Las fajas han ganado popularidad como una herramienta efectiva para moldear la figura, mejorar la postura y brindar soporte en el proceso de recuperación postquirúrgica. Sin embargo, si eres nueva en el uso de fajas, es normal tener preguntas y dudas sobre cómo comenzar. En este blog, te compartiremos consejos prácticos para que la experiencia sea cómoda y beneficiosa desde el primer día.

1. Elige la faja adecuada para ti

No todas las fajas son iguales, y es importante elegir una que se adapte a tus necesidades específicas. Algunas fajas están diseñadas para moldear la cintura, otras para uso postquirúrgico, y otras para mejorar la postura o ayudar en el proceso de recuperación postparto. Antes de comprar, considera:

●     Tu objetivo: ¿Quieres reducir medidas, mejorar la postura o recuperarte de una cirugía?

●     Tu tipo de cuerpo: Busca una faja que se ajuste a tus medidas sin ser demasiado ajustada.

●     El material: Opta por materiales transpirables y de calidad que sean suaves con la piel, como el Powernet o la lycra.

2. Mide correctamente tu talla Elegir la talla adecuada es fundamental. Una faja demasiado apretada puede causar incomodidad y problemas de salud, mientras que una demasiado grande no cumplirá su función. Usa una cinta métrica para tomar tus medidas de busto, cintura y cadera, y compáralas con la tabla de tallas de la marca. Recuerda que las tallas pueden variar entre marcas, así que no te fíes solo del número.

3. Comienza de manera gradual

Si nunca has usado una faja, es mejor que tu cuerpo se adapte poco a poco. Durante los primeros días:

●     Úsala por 1-2 horas al día.

●     Aumenta progresivamente el tiempo de uso hasta alcanzar las 8 horas diarias, si así lo deseas.

●     Escucha a tu cuerpo: Si sientes molestias o presión excesiva, haz una pausa.

4. Aprende a ponértela correctamente Parece simple, pero ponerse una faja de forma correcta es clave para su efectividad y tu comodidad. Aquí algunos pasos básicos: ●     Ponte la faja con calma y sin prisa. ●     Si es una faja de cuerpo completo, comienza por los pies y ajústala poco a poco hacia arriba. ●     Usa un espejo para asegurarte de que está bien posicionada y no doblada. ●     Si tiene broches o cremalleras, comienza desde la parte inferior y sube con cuidado.

5. Combina su uso con un estilo de vida saludable

Aunque las fajas ayudan a moldear tu figura, no son una solución mágica. Para obtener mejores resultados:

●     Mantén una dieta balanceada rica en frutas, verduras, proteínas y agua.

●     Realiza ejercicios, especialmente aquellos enfocados en fortalecer el abdomen y la espalda.

●     Usa la faja como un complemento, no como un sustituto de hábitos saludables.

6. Escucha a tu cuerpo

Por último, recuerda que cada cuerpo es diferente. Si en algún momento sientes incomodidad, dificultad para respirar o irritación en la piel, retira la faja y consulta con un especialista. La comodidad y la salud siempre deben ser la prioridad.

Comenzar a usar una faja puede ser una experiencia transformadora cuando se hace de la manera correcta. Elige el modelo adecuado, úsala con moderación al principio y complementa su uso con hábitos saludables. Con paciencia y consistencia, notarás cómo mejora tu figura y tu confianza. ¡Anímate a dar el primer paso hacia el cambio!